Nota a Luciano Palazesi (Diario El Tribuno de Salta)

24. junio, 2015 Anteriores
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28-05-2015 – Luciano Palazesi es contador público y viaja  por el país dando seminarios motivacionales.

Luciano Palazesi (28) nació el 22 de enero de 1987 en Rosario (Santa Fe). Como resultado de un parto complicado tuvo una parálisis cerebral que le dejó leves secuelas motoras y en el habla. Sus primeros años de escolaridad los cursó en un instituto especial en Ucacha, el pueblo cordobés de donde es originario Juan Carlos, su papá. Cuando Luciano tenía 7 años, la familia volvió a Rosario. Entonces Adriana, su mamá, decidió que siguiera su trayecto educativo en establecimientos comunes. Pasó por las escuelas N° 88 Juana Manso y N° 1183 Nuestra Señora de Pompeya. El secundario lo hizo en el EEMN N° 438 San Lorenzo. Pero volviendo la mirada sobre el hombro, hoy analizó: «En esos tiempos el concepto de educación inclusiva no existía, pero tuve la suerte de encontrar maestros y profesores que tuvieron confianza en mí». Luciano es contador público por la Facultad de Ciencias Económicas de la Pontificia Universidad Católica Argentina, de donde egresó en 2012. «Creo que la mayor dificultad es el pensamiento de los demás respecto de tu capacidad para estudiar. Por eso digo siempre: ‘No te detengas para ver mi discapacidad, sino tomate cinco minutos para ver mis capacidades'». Este es el mensaje que replica adonde viaja. Recientemente visitó Salta para dar el seminario «La discapacidad desde la motivación». En ese marco, explicó aEl Tribuno que este concepto se desprende de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Amplió que, según este modelo, la discapacidad no debe ser vista como un límite, sino como una condición que ha de ser superada entre todos los miembros de la sociedad. «Es una condición en el ambiente, es decir, un producto de diversas actitudes negativas u obstáculos físicos que tiene una persona para participar activamente en su entorno», clarificó. Pero también este seminario es motivacional. «Estoy convencido de que una persona con discapacidad, para superar las actitudes negativas u obstáculos físicos, tiene que tener una motivación innata en su ser», dijo.
El joven es empleado del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, tiene su estudio contable, se desempeña como profesor de la Diplomatura sobre Educación Inclusiva en la UCA y es capacitador y asesor en la Fundación Obligado, cuya misión es promover la igualdad de oportunidades para las personas con parálisis cerebral. De las cicatrices que le dejaron sus vivencias va portando la promesa de que la historia, a pesar de los sufrimientos, terminará bien. «Creo que la mejor manera de motivar es demostrar que se puede, que no hay nada imposible dentro de los límites físicos de una persona», dijo. Y vale hollar una senda cuando la impresión que se deja es profunda y verdadera. Y es deber de la sociedad continuar apoyando la consecución de estas huellas y recoger siempre que sea posible los rastros.
La firme acción de concientizar
El desvelo de Luciano es llevar un mensaje de igualdad a la sociedad. Luciano es un «caso inspirador», lo que conlleva un logro y una responsabilidad. Por su trayectoria destacada recibió, entre otros, el premio JCI TOYP a los Diez Jóvenes Sobresaliente de la República Argentina (2010) y el Premio Bienal de la Asociación de Lucha contra la Parálisis Infantil (ALPI, 2011). Sobre esto dijo: «Los premios son muy lindos, un halago, pero hay que seguir, hay que mejorar y hay que mostrarle a la sociedad que se puede ante las limitaciones». «Las mejoras que veo con respecto a las instituciones educativas y de salud fueron muchas, pero todavía falta. Las instituciones en nuestro país son perfectas, pero tenemos que cambiar la conciencia de las personas que las integran», destacó. Como ejemplo de buen hacer cita a la Fundación Obligado y a Hirpace.
«En muy poco lugares de nuestro país vi una institución que se dedique a la rehabilitación de las personas con discapacidad con tanto compromiso», dijo sobre Hirpace. Pero vuelve a apuntar hacia la concientización: «Vine a este mundo a dejar mis huellas y no mis palabras. Esa es mi meta para este año y para mi vida».
Fuente: Diario El Tribuno de Salta.