¿Y como adapto un cuarto de baño para una persona con discapacidad?
En nuestra práctica y clínica diaria, nos encontramos en muchas ocasiones en los que el paciente necesita realizar adaptaciones en mayor o menor medida en su domicilio. Estas adaptaciones o modificación del entorno se pueden realizar para facilitar el acceso al propio domicilio o en las estancias del mismo. Uno de los espacios que más frecuentemente requiere de este tipo de adaptaciones es el cuarto de baño.
Por eso hoy, os queremos dar una serie de recomendaciones a tener en cuenta para facilitar el acceso al cuarto de baño a una persona que presente problemas de movilidad o que se desplaza en silla de ruedas. Siempre podéis consultar a vuestro terapeuta ocupacional, que es la persona más indicada y que mejor os puede asesorar sobre este tema.
Generalmente, la puerta de acceso al baño, suele ser más pequeña que en el resto del domicilio, lo que en muchas ocasiones, dificulta el acceso con una silla de ruedas. Se recomienda que se deje un espacio libre de al menos 80 cm. Se recomienda que la puerta sea corredera para que no invada el área de actividad del baño, y si es abatible, que sea hacia fuera y no hacia el interior.
Los suelos deberán ser antideslizantes (incluido plato de ducha) y sin ningún tipo de resaltes. En muchas ocasiones, se retira el bidé para facilitar la movilidad dentro del baño o poder reorganizar los elementos dentro del mismo.
Dependiendo de la patología y de las capacidades del individuo, contamos en el mercado con diferentes productos de apoyo que se pueden colocar para facilitar el acceso a labañera (tablas de bañera, asientos giratorios de bañera…). Si la bañera dispone de mampara con un carril en el borde de la misma, no se podrán colocar este tipo de productos.
Si por la patología, evolución o capacidades del individuo no fuera posible colocar este tipo de productos de apoyo, deberíamos sustituir la bañera por un espacio libreantideslizante sin resalte (ducha a nivel del suelo). No siempre es posible realizar este tipo de adaptaciones, ya que dependerá de la altura del forjado.
Otras alternativas son el sistema “Areka” que desvía el agua a través de unas canaletas sin necesidad de variar el nivel de suelo. Si no podemos acceder a este sistema, tendríamos que colocar un plato de ducha extraplano, donde habría que salvar una altura mínima de bordillo que dependerá de nuevo de la altura del forjado.
Cada vez hay más empresas en el mercado que están sacando este tipo de platos de ducha, no obstante no debemos olvidar que un bordillo no deja de ser un obstáculo para una silla de ruedas. Otra opción sería colocar un sistema integral de ducha, que sustituye la bañera por una cabina de ducha de las mismas dimensiones que la bañera, sin embargo este tipo de sistemas deja también un bordillo, la mayoría de las veces, superior a las opciones anteriores.
Si no queda otra opción y no podemos realizar ninguna adaptación anterior por el motivo que sea, podemos utilizar unos sistemas que venden en el mercado para poder salvar el pequeño escalón que tengamos. Estos sistemas están compuestos por una rampa que salvaría el escalón de acceso a la ducha y unos módulos para nivelar el interior de la bañera, habría que valorar si estos sistemas se pueden adaptar a las dimensiones del plato de ducha que dispongamos.
Las medidas que se recomiendan para el plato de ducha son de 80 cm x 120 cm, y si no es posible, al menos de 90 cm x 90 cm.
Si colocamos mamparas en la propia ducha, deberemos saber qué tipo de puertas elegir dependiendo del espacio y de la disposición del resto de elementos del baño. En general se recomiendan abatibles para dejar el mayor espacio posible, y al menos de una anchura mínima de 80 cm, 90 cm para evitar problemas. También es aconsejable instalar la mampara de ducha sin carril. Para personas dependientes, existen en el mercado lasmamparas asistenciales (mamparas cuyas hojas están partidas en dos y que facilitan al cuidador el aseo de la persona dependiente).
Puede ser necesario, una vez sustituida la bañera por un plato de ducha, el uso de un asiento de ducha o de una silla de ruedas de baño. La elección de una o de otra dependerá del estado y de las necesidades del individuo, así como la colocación de asideros en la ducha. Tendremos que valorar las características del producto, el espacio disponible en la ducha y la colocación de los mismos para que sean accesibles.
Se recomienda que el lavabo esté situado a una altura de 85 cm, con un espacio libre inferior de 70 –75 cm para facilitar el acceso de la silla de ruedas y ganar espacio durante los giros.
El inodoro se colocará a una altura de 45-50 cm. Venden en el mercado unas alzas de w.c., que permiten subir la altura del mismo y facilitar la transferencia. Se pueden colocar asideros en el w.c. si el paciente los requiere, éstos pueden ser fijos o abatibles y los colocaremos según la necesidad, la disposición del w.c y teniendo en cuenta la funcionalidad de los mismos y del paciente.
La grifería y los accesorios del baño (toalleros, jaboneras, papel higiénico, incluso el lavabo…) han de ponerse en un radio de acción de 0,60 m horizontalmente (para facilitar el alcance) y a una altura que oscile entre los 75 cm y los 90 cm (dependiendo de si la persona está sentada o de pie). Los enchufes e interruptores se deberían colocar a una altura en la que sea fácil de llegar desde la silla de ruedas. Si la persona va en silla de ruedas, se recomienda colocar un espejo con 10º de inclinación.
Estas recomendaciones son generales y siempre es necesario tener en cuenta las dimensiones, disposición y colocación de todos los elementos del baño, y sobre todo la funcionalidad y necesidades de cada persona. Si tenéis cualquier duda, siempre podéis consultar a vuestro terapeuta ocupacional, que es la persona más indicada para poder asesoraros en este tema.
Fuente de la nota:
Yolanda Carretero Serrano. Terapeuta Ocupacional.
Email: yolanda.carretero@gmail.com
Fuente imagen:
http://www.decoestilo.com/articulo/adaptar-un-cuarto-de-bano-sin-barreras/